Utilizar un alimentador superior

Un sábado por la mañana, en "The Way to Bee", Frederick Dunn presentó un alimentador superior de Ceracell, en Nueva Zelanda. Me llamó la atención porque parecía una piscina olímpica.

Así que pedí uno de Piero, junto con una jarra de 2 1/2 galones de Pro-Sweet. El alimentador Ceracell tiene una chimenea de alimentación en el centro y una en cada esquina. Seguí la sugerencia de Fred de añadir una pequeña tira de esponja en cada esquina que las abejas pueden usar como escalera. También lo cubrí con un trozo de plexiglás para mantenerlo limpio y para poder ver cómo lo utilizaban.

Supe que había cometido un error en cuanto vertí la jarra de Pro-Sweet en el comedero. Estaba llena hasta el borde, y pesaba tanto que nunca podría levantarla para inspeccionarla. No tenía ni idea de cuánto tiempo tardarían mis abejas en beberse esa cantidad, aunque ahora sé que con la mitad habría estado bien.

¿Qué hay que hacer? Nunca había sacado gasolina de un coche, pero creo que entiendo la idea básica. Así que sifoné alrededor de la mitad de la alimentación de líquido de nuevo en la jarra.

Con esa tarea fuera del camino, corté el plexiglás para que encajara -lo que fue más difícil de lo que esperaba- y puse un trozo de cinta adhesiva sobre el agujero para mantener a los bichos fuera. Al cabo de un mes lo habían vaciado hasta dejarlo seco y empezaban a formar panales por el agujero de la chimenea central.

Resultó que no tenía que volver a alimentarlas. Así que quité el comedero, lo limpié con una manguera y lo metí en una bolsa de plástico para que no entraran las hormigas. Luego, lo guardé en el cobertizo para la próxima vez.

Mis abejas tuvieron un buen comienzo y me alegré de librarme de la tiranía de transportar jarabe de azúcar por la pendiente.